miércoles, 31 de julio de 2024

Evolución cultural vs Evolución biológica

    Tener creencias en común fue clave para el desarrollo de grandes grupos de sapiens. Hoy, algo que se dice en las redes puede impactar en gran manera y de un modo impensado. Una simple historia en una determinada red social puede ser vista, oída y comentada por 50, 70, 100 o más personas. Aún así puede parecerte poco. Sin duda, la cantidad es importante, pero el contenido lo es más. 

    "En 1789, la población francesa pasó de creer en el mito del derecho divino de los reyes a creer en el mito de la soberanía de los pueblos". ¿Quién pone en duda a la democracia? Términos como república, pueblo, estado, voto popular, etc. son conceptos que unen, que no cuestionamos, aunque sabemos que pueden ser manipulados para movilizar a mucha gente. Desde ya, esto ocurrió antes en el tiempo y, provocó para bien o para mal que la evolución cultural avanzara a pasos agigantados en comparación con la evolución biológica

    Mientras otros homos como los erectus no presentaban grandes cambios genéticos y sus herramientas de piedra permanecían de ese modo por dos millones de años aproximadamente, nuestros ancestros lograron evolucionar culturalmente, transmitir nuevos conocimientos, es decir, enseñar y educar a las nuevas generaciones, independientemente de la genética o cambios ambientales. 

  
  Esto es bien de la revolución cognitiva, relacionado al pensamiento hipotético deductivo, el cual no depende de la observación directa, sino que se basa en la formulación de hipótesis y su posterior comprobación a través de decisiones lógicas y experimentación. Esto permitió que algunos patrones de comportamiento, que habían permanecido inalterables durante decena de miles de años, cambiaran sus estructuras, sobre todo en lo social y económico en casi dos décadas.


    En la práctica, esto implica la aparición de símbolos, dioses, y otras creencias, capaces de unificar de manera efectiva a cientos de individuos, desde lo social, económico y defensiva. Esto último es una hipótesis sobre la desaparición de los neanderthales. 
    Por ottras parte, la evidencia arqueológica, nos muestra conchas marinas típicas de las costas mediterráneas, en el centro de Europa, y lo mismo ocurre con la obsidiana, o vidrio volcánico, que desde Gran Brataña e Islandia se ha esparcido por todo el continente europeo. 


Todo esto implica comercio en sus variadas formas, y éste no puede existir sin la confianza. Cuando grupos de desconocidos o simplemente dos personas que no se conocen, entablan una mera conversación, tratarán de ir a lo que tienen en común, Y ANTES ERA IGUAL: dioses, ancestros, creencias, o animales totémicos permitián que grupos alejados pudieran coexistir permanentemente o por un motivo en particular. Esto fue clave en el intercambio de información, que favoreció de manera decisiva a los sapiens.

    Los neanderthales cazaban solos o en pequeños grupos, mientras que los sapiens lo hacían uniendo diferentes grupos, cooperando y continuando con la preparación de las carnes, compartiendo información en grandes banquetes, repartiendo el botín, ahumando la carne o congelándola para su consumo posterior. En este punto se separa completamente la evolución biológica de la cultural, en la que los neanderthales quedan completamente relegados. 
    Las ideas, las imágenes, y las fantasías fueron clave en el desarrollo humano. Esas creencias unificadoras generaron grupos que sobrepasaron los 1000 individuos y, que permitieron un desarrollo enorme en apenas 30000 años, pasando de la lanza a la posesión de misiles intercontinentales con capacidad nuclear. 
    En la actualidad, los principios unificadores son muchos, aunque probablemente el dinero y sus diferentes sistemas determinen el modo en el que continue la historia.


Cuestionario

1. **¿Por qué las creencias comunes fueron clave para el desarrollo de grupos de sapiens?**
   - a) Porque permitieron la cooperación y el intercambio de información.
   - b) Porque eran impuestas por los líderes.
   - c) Porque eran irrelevantes.

2. **¿Qué impacto pueden tener las redes sociales en la actualidad, según el texto?**
   - a) Pueden ser ignoradas por la mayoría.
   - b) Pueden influir de manera significativa en la opinión pública.
   - c) Solo afectan a los jóvenes.

3. **¿Cuál es la diferencia principal entre los neandertales y los sapiens en términos de comportamiento social?**
   - a) Los neandertales cazaban en grandes grupos.
   - b) Los sapiens cooperaban y compartían recursos.
   - c) No había diferencia significativa.

4. **¿Qué papel juegan los símbolos y creencias en la cohesión social?**
   - a) Son irrelevantes en la sociedad moderna.
   - b) Unifican a grupos y facilitan la cooperación.
   - c) Solo son importantes en culturas antiguas.

5. Actividades para realizar en grupo. Elige una de ellas para desarrollar.

a. **Debate en Grupo**: Organiza un debate sobre la influencia de las redes sociales en la formación de creencias y opiniones. Pregunta: ¿Son más efectivas que los medios tradicionales para generar cambio social?

b. **Proyecto de Investigación**: Investiga un movimiento social actual que se base en creencias comunes. Presenta cómo estas creencias han ayudado a unir a las personas y qué cambios han logrado.

c. **Creación de Contenido**: Crea una publicación para redes sociales que promueva una causa social. Deben utilizar símbolos y mensajes que fomenten la unidad y la acción.

d. **Juego de Rol**: Simula una situación en la que diferentes grupos deben negociar un acuerdo. Cada grupo debe presentar sus creencias y encontrar puntos en común para llegar a un consenso.

e. **Reflexión Personal**: Escribe un ensayo corto sobre una creencia que consideres importante en tu vida. ¿Cómo te ha ayudado a conectar con otros y a actuar como agente de cambio?

segundo cuestionario (resultado de la clase)

1- ¿Por qué fue tan importante la imaginación para los primeros sapiens?
2- ¿De qué manera la revolución cognitiva superó a la evolución biológica?
3- nuestro comportamiento actual, ¿depende exclusivamente del ambiente?
4- ¿Cuánto tiempo lleva un proceso evolutivo biológico comparado con la evolución cultural?
5-Dicen que el comercio es evidencia de la evolución cultural, lo mismo que la confianza y el poder vivir en grandes grupos, de más de ciento cincuenta miembros. ¿Qué opinás? 

jueves, 21 de marzo de 2024

La mutación del saber

¿Qué es lo que tenía de especial el nuevo lenguaje de los sapiens que nos permitió conquistar el mundo? Probablemente es hecho de que la comunicación de los sapiens se volvió específica. Ante las desventajas biológica que presentábamos ante los demás seres vivos, era evidente que la ccoperación era lo unico que nos iba a salvar. Por ese motivo, más allá de los peligros evidentes del ambiente, era muy importante conocer y comunicar las caracterísiticas del grupo. Quiénes estaban peleados, quiénes eran amigos, quiénes dormían juntos e intimaban, quiénes eran honestos y quiénes tramposos. Esto, no sólo hizo que los cerebros crecieran y se complejizaran mediante neuroplastia o neurogénesis, sino que estrechó vínculos entre los individuos de confianza, haciendo crecer grupos, con tareas específicas. ¿Saldrías de cacería con un compañero en el que no confías? ¿Le dejarías tus hijos a personas poco responsables y poco honestas? Estos vínculos hicieron del cerebro un órgano mucho más complejo y de la sociedad una maquinaria sofisticada y cada vez más precisa. Recordemos que la sociedad no son los individuos, sino las relaciones que existen entre ellos.

El nivel avanza, y la comunicación de los sapiens también involucró el hablar de cosas que no existen o no se ven o son de otra índole, no física. Podríamos mencionar, para empezar, a la imaginación. Hace 32000 años aparece el hombre león de Stadel, figura con cuerpo humano y cabeza de león, probablemente asociada con cuestiones religiosas, o con la simple capacidad de imaginar cosas que no existen realmente. Hubo un momento en el que el león pasó a ser el espíritu guardián de la tribu.

Con todo lo anterior mencionado, podemos notar la complejización social que va surgiendo, además de los diferentes grupos que se van formando. Diferentes formas de pensar, de actuar o reaccionar ente un evento o acontecimiento, fue generando diferente grupos que culminarán teniendo más poder por sobre el resto. Entonces aparecen cuestiones jerárquicas, hasta que el grupo crece y se divide en nuevos grupos. Rara vez los grupos separados cooperan entre sí, sino más bien, compiten por el territorio y los recursos, a veces alcanzando el nivel de genocidio luego de contiendas prolongadas.

Mientras los chimpancés pueden formar grupos de 20 a 50 miembros, los sapiens podemos alcanzar un máximo aproximado de 150, con lo cual no podemos intimar, conocer, establecer lazos de confianza con todos y estaríamos en poco tiempo, rodeados de extraños. A esto hay que sumarle la cuestión jerárquica, territorial y alimenticia... ¿Cómo podían ponerse de acuerdo en quién sería el líder, en quién cazaría en cada zona o, quién se aparearía con quién?

La pregunta clave es ¿cómo se superó la cantidad de 150 individuos para llegar a formar ciudades con miles de habitantes a millones (en la actualidad)? Un gran número de extraños pueden cooperar con éxito si creen en cosas en común. Esto es sumamente importante, ya que los sapiens, al igual que los demás de seres vivos, ocupamos el ambiente, lo modificamos e interactuamos con otros seres vivos, no obstante en la actualidad, creamos ambientes virtuales como pueden ser las redes sociales, en las que podemos tener miles de seguidores. ¿Dónde quedan las creencias? ¿Hasta que punto somos responsables de lo que decimos? ¿Cómo hacen los miles de empleados de una automotriz para trabajar en el mismo sentido? Aparecen símbolos, creencias, y nuevas banderas para mantener unidos a millones de humanos. Este el el comienzo del factor cultural, dentro del ecosistema, al que llamaremos ecosistema humano.


Pantalla de mundo nuevo (RIFF)


La ciudad del mundo nuevo
duerme su sueño de paz,
ve la vida en un video
y se le va la vida, creo.

Megáfonos recomiendan,
use máscara de gas,
hay oxígeno vencido
en esta farsa de la paz.

Humanoides disidentes
viven la alerta total,
y heroicos sobrevivientes
darán el golpe final!.

Mareado de novedades
tambalea el mundo nuevo,
y hay un hambre de verdades
que se fueron de paseo.

Hay hordas de chicos malos,
con sus camperas de cuero,
y metales brillan al sol,
provocan el mundo nuevo.

Mundo nuevo, mundo nuevo,
mundo nuevo, mundo nuevo.

La pantalla me lo cuenta con mi desayuno,
y es probable que no quede ninguno.

El desierto los protege
y les presta libertad,
les da locura su viento
en su furioso andar.

La ciudad ultramoderna
se despierta una vez más,
no sabe que está sitiada
y ya no sobrevivirán.

La pantalla me lo cuenta con mi desayuno,
y es probable que no quede ninguno.

La rodean nuevos seres
de dureza incomprensible,
y negocian en una mesa
sus aventuras horribles.

Hay brillo en ojos malignos
aguardando la señal,
e inventaron nuevos siglos
para las huestes del mal.

Hay rehenes voluntarios
en el asiento de atrás,
y hay profetas visionarios
para los que seremos más!.

La pantalla me lo cuenta con mi desayuno,
y es probable que no quede ninguno.

Te deseo mucha suerte
ser humano del pasado,
el cambio será fatal
y tu mundo nuevo... usado!.

Ja, ja, ja, ja, ja!

Nadie dice que los sapiens inventaron mentiras. Nadie afirma que determinados pensamientos y creencias lo sean, sin embargo fueron útiles para mantenernos unidos de a miles y en la misma dirección. Esto probablemente no lo tuvieron los demás homos. Por ejemplo: gritar por la presencia de un predador, no es mentira, aunque podría serlo (y pobre del mentiroso); no obstante la posible presencia de un predador nos uniría en alerta, y aunque seamos cientos o miles, estaríamos unidos para cuidarnos.

Por último, cabe destacar que nuestros primeros encuentros con neanderthales no fueron buenos y perdimos rotundamente, atrasando nuestra llegada a Europa. Sin embargo, todo lo mencionado anteriormente, permitió la aparición de creencias, religiones, comercio, invenciones y estratificación social.

Y a todo esto, nadie ha mencionado todavía la inseparable relación entre los sapiens y los perros que tendrá lugar en el futuro, con un rol decisivo.

Revolución cognitiva

Hace unos 70000 años los homo sapiens comenzaron a formar estructuras complejas como lo son las diferentes culturas. Para llevar a adelante el desarrollo de éstas, los homo sapiens atravesaron algunas revoluciones, la revolución cognitiva, hace 70000 años, la revolución agrícola, hace 12000 años, la reciente revolución científica hace unos 500 años y podríamos mencionar la revolución industrial hace unos 264 años aproximadamente.

Antes de la revolución cognitiva, los humanos prehistóricos eran animales insignificantes. Quizá por la comparación en cuanto a la especificidad de otros seres vivos, los humanos no estaban desarrollando características adaptativas que llamaran la atención o sobresalieran del resto. Este puede ser el motivo por el cual durante mucho tiempo se tuviera a los humanos al margen del reino animal. De hecho, hoy en la actualidad, hay personas que no conciben al ser humano entre los demás animales. Quizá el más llamativo sea el motivo creacionista.

Sin embargo, en la biología actual es necesario poder ubicar a los seres humanos en el reino animal. En el cual aparecemos en el final, dentro del grupo de los mamíferos euterios, ya que las hembras humanas poseen útero en el cual tiene lugar el desarrollo de los nuevos individuos de la población.



La clasificación de nuestra especie es muy detallada y podemos apreciar que no estamos al margen sino relacionados con el resto de los animales y más adelante, de los primates que conocemos en la actualidad. Desde ya, el tiempo evolutivo entre el último ancestro común y el siguiente chimpancé se mide en aproximadamente 2 millones de años. Esta visión de nuestra especie no descarta la posibilidad de haber sido creados por Dios (Visión Teocéntrica), pero si obliga a los más conservadores a releer algunos pasajes que no debieron tomarse tan literales, sino más bien como explicaciones para seres humanos que entendían en esos términos.

Toda esta visión de los seres humanos, insertos en el camino de la evolución, como los demás seres vivos, nos lleva a pensar que en el futuro podrían existir otros humanos que no sean sapiens, es decir, de nuestra especie. Esto nos mete en un camino vertiginoso, ya que en la misma época convivieron diferentes humanos: Homo neanderthalensis, Homo erectus (humanos que convivieron 2 millones de años), lo que nos hace pensar en las posibilidades de sobrevivir 1000 años más. También estuvieron los Homo soloensis, los Homo floresciensis, los Homo denisova, rudolfensis, ergaster y, finalmente nosotros, los Homo sapiens. Todos éramos humanos. Desde hace 2 millones de años hasta hace unos 10000 años aproximadamente varias especie de humanos convivieron el la Tierra.

Una de las características y relacionada con la revolución cognitiva es el tamaño del cerebro, en relación con el de los demás mamíferos. Por supuesto, que esto, desde el punto de vista evolutivo, no es gratis. Toda característica nueva está asociada con acciones nuevas, que acumulan adaptaciones, que en millones de años generan características nuevas bien definidas en el ADN.

La posición erguida, el alejamiento de la nariz del suelo, los ojos frontales y el notable cambio de funciones de las extremidades, hizo que gran parte de la energía se derivara a las funciones neuronales de relación. Los seres humanos pasaban a un ambiente que los dejaba expuesto y que los obligaría a desarrollar habilidades para protegerse. Un ejemplo claro puede ser el del chimpancé, animal que puede dañar ferozmente con su musculatura y dentadura, mientras que los seres humanos pueden idear un plan para contrarrestar esa fuerza.

El cerebro humano no solo creció en tamaño, sino también en funciones y conexiones neuronales. Al establecerse en la sabana, quedaron expuestos y las relaciones entre los individuos debieron crecer en complejidades. Seguramente hubo roles y tareas y, la mera convivencia permitió la complejidad cerebral como para entender símbolos, gestos, ruidos, cada vez más específicos. Esto formó parte de la presión evolutiva, así como la necesidad de nuevas acciones, en la que las extremidades fueron protagonistas, al igual que las manos, sobre todo en la defensa y confección de las primeras herramientas.

  

El homúnculo cortical de Penfield, permite ver con claridad, como las diferentes regiones de la corteza cerebral se volvieron específicas para determinadas funciones, pudiéndose distinguir con claridad cuáles de ellas fueron las primordiales. Sin lugar a dudas, la mano de los seres humanos son una de las características adaptativas que permitieron sortear muchas dificultades, aún sin garras, sin colmillos, o sin pieles capaces de atravesar diferentes climas, cosas que los seres humanos lograron sin inconvenientes. No obstante, la evolución no está terminada y queda evidencia de esto en las tortícolis y recurrentes dolores de espalda.


Por supuesto que cuestiones como la gestación son complicadas en nuestra especie. La posición bípeda hizo que a los largo del tiempo predominara un angostamiento de las caderas, lo cual achicó considerablemente el canal del parto. La cabeza los bebés, el tiempo de gestación debieron haber sufrido cambios, teniendo en cuenta la estrategia reproductiva de nuestra especie, en la que las crías nacen para depender largo tiempo del cuidado de los progenitores hasta alcanzar determinada independencia. Esto, nos lleva a pensar que el siguiente salto evolutivo tuvo que ver con los seres humanos más capaces de entablar relaciones con otros individuos, adquiriendo habilidades sociales. Esto es directamente proporcional con la complejidad cerebral.

El cerebro humano es ideal para el aprendizaje. El cerebro humano de los recién nacidos no es un cerebro terminado, sino que debe terminar de desarrollarse en las manos de los progenitores y tribus o grupos que rodean a los menores. Quizá este sea el germen de la cultura, que nos hace diferentes al resto de los seres vivos.

Otra característica llamativa es que a la hora de comer, los seres humanos no eran los primeros. Antes de nosotros había tamaño, colmillos, garras, y grupos numerosos de otros animales “más preparados hasta es momento”. Aquellos seres humanos, pacientes, con sus manos desarrolladas y sus primeras herramientas filosas, lograban llegar a los huesos para extraer las médulas, que era el único tejido comenstible que quedaba, aunque muy nutritivo. Esto fue al comienzo, ya que en los últimos 100000 años, el desarrollo cerebral permitió a los seres humanos contrarrestar el potencial de otros animales, quedando en la cima de la cadena alimentaria. Una cuestión ecológica o referente a la dinámica y estructura de los ecosistemas, hace pensar que el accionar de un tiburón o un león difícilmente ponga en peligro el equilibrio entre las distintas especies, mientras que los seres humanos rompieron límites de coevolución, se convirtieron en presión evolutiva para otras especies y, al alterar la capacidad de carga, fue responsable de la extinción de muchas especies hasta la actualidad.


Una de las herramientas clave fue el fuego. Este permitió iluminar, incendiar para despejar campos y recolectar semillas, cocinar la carne, lo que permitió aprovechar más rápido los nutrientes de los alimentos, reduciendo la masticación y, lo más importante, permitió obtener energía de manera más rápida mientras que otras especies tardan muchas horas a días en digerir alimentos crudos. El fuego hizo que los seres humanos no dependieran de sus fuerzas naturales. Entonces podían calentarse por las noches, ahuyentar leones, etc.


¿Dónde quedaron los demás seres humanos? Las explicaciones afirman que por un lado hubo una mezcla reproductiva, lo cual queda evidenciado en la presencia de ADN neanderthal en el nuestro, lo que además demuestra que las distancia específicas no eran tan grandes, ya que si podemos verlo hoy, significa que hubo una descendencia fértil. La otra teoría es la de sustitución, es decir, los Homo sapiens tendrían que haber sido respeonsables de las extinciones de las demás especies, lo cual no es imposible, ya que cada vez que nuestra especie pisaba un territorio provocaba numerosas pérdidas en las demás especies, no obstante, ese 1% a 6% de ADN de neanderthal, erectus, y denisovano, nos invita a pensar que hubo un pequeño número de entrecruzamiento. Este número pequeño pudo deberse a los olores, costumbres de cópula, territorialidad, violencia, genocidio, competencia por los recursos. Por eso es importante ver en el principio de uniformitarismo, cuáles son nuestros comportamientos actuales, ya que éstos pudieron moldear a nuestra especie en el pasado.


¿Qué hubiese pasado si las demás especies hubiesen sobrevivido? Quizá esta sea la razón por la cual ya no están. Eran demasiado parecidas y familiares como para ignorarlas y demasiado diferentes como para tolerarlos. ¿Se imaginan cuestiones religiosas, políticas, culturales, con otras especies, cuando ya en la nuestra son motivo de enfrentamientos?

Lo cierto es que cada vez que el Homo sapiens pisaba un territorio, lo conquistaba y provocaba la extinción de otras especies, sin contar las innumerables modificaciones del ambiente.

Entonces, ¿cuál fue la clave del éxito de los sapiens? El Homo sapiens conquistó el mundo, por encima de todo, gracias a su lenguaje único.



jueves, 10 de septiembre de 2020

Evolución cerebral

 

Los primeros protomamiferos ancestros comunes a todos los mamíferos datan de unos 180 a 200 millones de años atrás. En la imagen puede verse una imagen del Megaconus que que vivió sobre la Tierra hace 165 millones de años. 30 millones de años más tarde aparecen las primeras aves. Ambos tuvieron los mismos desafíos que reptiles y peces, ambientes difíciles y predadores hambrientos. Sin embargo en proporción a su cuerpo los mamíferos y las aves desarrollaron cerebros más grandes. Una diferencia importante consiste en que ni los reptiles ni los peces cuidan a sus crías, algunos hasta se las comen y típicamente llevan una vida de “solteros”. por el contrario los mamíferos y las aves criamos a los pequeños y en muchos casos tenemos pareja, algunos para siempre. Dicho en términos de neurociencia seleccionar una buena pareja, compartir la comida y mantener a los nuestros con vida requiere un proceso neuronal más importante es decir una ardilla o un loro son más inteligentes, que una lagartija o un salmón. Evidentemente las relaciones con otros individuos enriquece la actividad del sistema nervioso, y esto se evidencia con la evolución del cerebro.

El aumento en la vida social, manifestada en las poblaciones y comunidades de los ecosistemas modeló seres vivos que planean, comunican, cooperan y negocian mejor. Estas últimas son las habilidades que las parejas de humanos descubren como esenciales cuando son padres sobre todo si quieren seguir juntos. El salto siguiente en la evolución del cerebro fue la aparición de los primates hace 80 millones de años. Monos y simios se caracterizan por una gran sociabilidad y llegan a pasar una sexta parte del día ocupándose de limpiar y mimar a los suyos. Cuanto más éxito social obtienen más descendencia dejan y cuanto más complicadas se mantienen sus relaciones sociales más complejos son sus cerebros. Quiere decir esto que lo que venía alimentando a los sistemas nerviosos en todos los seres vivos, se magnificó en los primates. De este modo vamos entendiendo lo que ocurrió en nuestra especie, donde las relaciones sociales exceden lo complejo.

Hoy por hoy la mejor evidencia para conocer cuando nos convertimos en humanos es la fabricación de herramientas. Sí viajaremos por nuestra historia podríamos decir que hace unos 2,6 millones de años nos dedicabamos a garabatear en las rocas y romperlas. Hacíamos hachas de piedra del tamaño de la palma de la mano. Desde ese momento hasta hoy el cerebro ha triplicado su tamaño. Cabe aclarar que los humanos no éramos solamente “nosotros”. La Tierra tenía especies que crecían en inteligencia. Un millón de años más tarde seguimos con las mismas hachas de piedra pero entonces empezábamos a hacerlas puntiagudas golpeándola contra otras piedras. Nuestro primer ancestro directo apareció alrededor de 100000 años atrás y entonces se desarrollaba el córtex prefrontal, una región del cerebro que se ubica justo donde se encuentra nuestra frente. Luego algo increíble sucedió 40,000 años atrás; comenzábamos a pintar rocas esculpir y fabricar joyas. Nadie sabe porque el cambio fue tan rápido y abrupto pero la mayoría de los científicos le echa la culpa a la presión natural del clima cambiante que impulsó la supervivencia en las especies. Se cree que unos 2000 individuos conformaban nuestra tribu de primeros ancestros en África oriental. 100,000 años más tarde somos más de 7000 millones. La teoría explica cómo crecimos tanto dadas las circunstancias antes mencionadas; refiere a que no tratamos de vencer al clima sino de adaptarnos a la variación. No nos importó la constancia del hábitat porque esta no era una opción. En lugar de aprender a sobrevivir en uno o dos nichos ecológicos como la mayoría de las especies conquistamos toda la tierra. Aquellos que no pudieron resolver los problemas del ambiente o aprender con rapidez de los errores no vivirían lo suficiente para pasar sus genes y aquellos que no cooperaran con otros miembros del clan no vivirían por mucho tiempo y quizá no lograron dejar sus genes en la descendencia. El efecto final de este evolución es que no nos volvimos más fuertes sino más inteligentes. Y eso sucedió gracias a los cambios en nuestro cerebro.


Durante 100 mil generaciones desde que inventamos las hachas de piedra aquellos genes que fomentaban las habilidades para relacionarse y la tendencia a cooperar fueron haciéndose fuertes entre los humanos. Hoy vemos esos resultados en el altruismo, la generosidad, la preocupación por la reputación, la justicia, el lenguaje, la moral, y la religión. Esto ocurrió gracias a la interacción de dos poderosas características del cerebro. Por un lado una base de datos donde guardamos conocimientos como un disco rígido y por el otro la habilidad de improvisar con esa información. Un ejemplo clarísimo es lo que les ocurre a los músicos de jazz estos estudian durante años para lograr dominar las reglas sólo para poder romperlas lo más rápido posible. Esta habilidad de poder improvisar y ser creativo usando nuestro conocimiento fue la que nos permitió sobrevivir frente a condiciones de vida tan cambiantes.

En textos anteriores y basado en investigaciones actuales pudimos ver que la hipótesis actual afirma que los homo sapiens pudieron asociarse con los lobos mientras que los neanderthales no lo lograron. Eso se suma a un período glacial qué complicó el contexto. Sin duda la improvisación y el acto creativo fueron esenciales.

Tres cerebros

La vida comenzó en la tierra hace unos 3,5 millones de años. Las primeras criaturas pluricelulares aparecieron hace unos 650 millones de años atrás. A medida que los animales evolucionaron también lo hicieron por supuesto sus células y tejidos nerviosos que desarrollaron una “casa matriz” en la estructura que conocemos como cerebro. Tenemos tres cerebros conviviendo dentro de nosotros.

Sí estudiamos la evolución de los animales, podremos decir de manera en extremo simplificada que antes que primates y humanos fuimos simples mamíferos y antes que eso reptiles. Guardamos un cerebro lagartija, ardilla, y mono en la cabeza que da forma a nuestras reacciones. Esto se conoce como el cerebro triuno y es uno de los diferentes modelos que usan los científicos para describir la organización jerárquica de las estructuras cerebrales. Es cómo pensar en la construcción de una casa: los cimientos van primero (reptil) luego las paredes (ardilla) y al finalmente el techo (mono), pero todas estas estructuras son parte de la misma construcción.

La parte más antigua del cerebro, la lagartija o cerebro reptiliano tiene unos 500 millones de años y regula principalmente todo lo que tiene que ver con nuestros controles centrales: respiración, sueño, despertar, ritmo cardíaco, etcétera.


La ardilla o cerebro límbico tiene unos 200 millones de años y se responsabiliza de todo lo que tiene que ver con nuestra supervivencia animal más que con nuestro potencial humano: correr o pelear en ciertas circunstancias extremas, alimentarse, reproducirse. Aquí se encuentra una parte central de nuestras emociones la amígdala, que nada tiene que ver con la de la garganta, que nos permite sentir enojo, miedo y placer. Es responsable de la creación de las emociones y de los recuerdos que ella genera; además en este cerebro está en el hipocampo que convierte la memoria a corto plazo en largo plazo y el tálamo que funciona como una torre de control de los sentidos. Estos dos cerebros son los más antiguos y regulan nuestro comportamiento como personas.

Por encima de estos dos cerebros como si fueran una catedral está el cerebro más humano el córtex que apareció unos 100 mil años atrás. Observe la diferencia en edades de estas estructuras es como haber vivido en una casa sin techo durante millones de años. El córtex está altamente especializado en la visión, él habla, la memoria y todas las funciones ejecutivas. También está dividido en dos hemisferios derecho izquierdo conectados por el cuerpo calloso. A medida que evolucionamos el hemisferio izquierdo se enfocó en el procesamiento lingüístico y secuencial mientras que el hemisferio derecho en el procesamiento holístico y visual. De todos modos las dos mitades del cerebro trabajan juntas, muchas de las estructuras y regiones neuronales están duplicadas para que haya una en cada hemisferio. A pesar de encontrarse en la superficie el córtex está íntimamente relacionado con su interior. Es la parte que se observa aplicada hacia adentro queda la forma de valles y ranuras del cerebro. Si el cortex no se hubiese plegado tendría el tamaño de una mantita de bebé. Durante muchos años creímos ser seres racionales (cortex) con sentimientos (límbico). Hoy los científicos acuerdan que el interruptor central del cerebro es nuestra parte emocional. Somos seres emocionales que aprendimos a pensar y no máquinas pensantes que sentimos. Esto tiene lógica si pensamos que el límbico lleva más de 200 millones de años sobre la tierra y el córtex apenas 100,000. La emoción tiene más dominio sobre nuestra razón. Por esto muchísimas de las decisiones que tomamos en la vida son no consientes la gran mayoría de ellas están dominadas por ráfagas de emociones, algunas liberadas de nuestra memoria y otras por emociones nuevas. Muchas veces nuestro consciente racional justifica decisiones que ya habíamos tomado antes de ser conscientes de ella. En definitiva el botón cerebral para comportarnos frente a la salida situaciones cotidianas está más influidas por nuestras emociones que por la razón.


Actividades

1- Relaciona el tamaño cerebral con la inteligencia.

2- ¿Cuál es la unidad funcional y estructural del sistema nervioso?

3a- El cerebro tiene materia gris y blanca. ¿Cómo está formada cada una?

3b- ¿En qué parte del cerebro está ubicada la inteligencia?

4- ¿Qué acciones evidencian un aumento de inteligencia?

5a- ¿Cuá es tu opinión respecto de las relaciones sociales con la complejidad cerebral?

5b- Surge toda una evolución cultural manifestada en herramientas, pinturas, esculturas y se desencadena un cambio rápido y abrupto que moldeó nuestra especie. ¿Con qué lo relacionás?

5c- ¿Cuál sería según esta linea nuestra característica adaptativa?

6- Relacionando las acciones de guardar conocimientos, improvizar y ser creativos, ¿cuál es la importancia de aprender?

7- ¿Cómo está formado el cerebro más humano?

ESI

8- Fundamenta: “somos seres emocionales que aprendimos a pensar y no máquinas pensantes que sentimos”

9- INVESTIGA: ¿Qué es eso de la INTELIGENCIA EMOCIONAL? La inteligencia es del cortex, la emoción del cerebro límbico. ¿Puede la inteligencia ser emocional y las emociones ser inteligentes?

10- Tus funciones o acciones que llevás a adelante a diario, ¿son más del hemisferio izquierdo o del hemisferio derecho?

El texto está basado en el libro de Estanislao Bachrach, "Agil Mente" (editorial Sudamericana) y poseen adaptaciones pedagógicas del profesor Ariel Pizzarelli.




martes, 18 de agosto de 2020

Ellos o nosotros

Neanderthales y Cromagnones

Dependiendo de la fuente consultada, los homo sapiens y los neanderthales convivieron entre 15 mil y 130 mil años. Sabemos que los homo neanderthalensis duraron sobre la Tierra alrededor de 200 mil años y que de un modo un otro estamos relacionados con esa desaparición. Nosotros por nuestra parte, que existimos desde hace 200000 años, llevamos unos 6000 años de historia, desde la aparición de la escritura.

Existen algunas hipótesis sobre la desaparición de estos seres:

a) Nos mezclamos con ellos, es decir, nos apareamos. Y hubo descendencia fértil. Hoy sabemos que entre el 1% y 4% de nuestros genes proceden de ellos. También sabemos que entre especies diferentes no puede haber descendencia fértil. Algunos estudios genéticos revelan que tenemos de ellos genes que codifican la depresión y la facilidad para volvernos adictos. Sin duda, el tema de la reproducción sexual con neanderthales deja más preguntas que respuestas. ¿éramos especies diferentes?

b) Hubo un genocidio.

c) El menor desarrollo cultural les impidió enfrentar y sobrellevar la glaciación. ¿Estaban menos desarrollados? ¿eran inferiores? Hoy se sabe que hablaban, eran inteligentes, se encontraron en Europa pinturas rupestres hechas por ellos y se encontraron restos en los cuales se puede apreciar que se adornaban, tatuaban y tenían un concepto de belleza bastante amplio.


Algunos autores e investigadores como Yuval Noah Harari explica que existió la capacidad de crear ficción en los homo sapiens, es decir capacidad de imaginación, vivir mentalmente algo que no está en la realidad palpable. Significa que los homo sapiens son seres creativos y esa capacidad les permitió dejar más descendencia y expandirse por todo el mundo, incluso en zonas en las que no podríamos vivir por nuestras características biológicas. Todo eso fue tenido en cuenta, pero los últimos hallazgos se aproximan a demostrar que los homo neanderthalensis no eran ningunos tontos y que tenían capacidades muy parecidas a las nuestras.

En la época en la que los neanderthalensis desaparecieron transcurría una glaciación. Esta especie estaba preparada para enfrentarla, eran robustos y sabían confeccionar sus ropas para enfrentar las bajas temperaturas. Por el otro lado estaban los cromagnones, es decir los homo sapiens, que no estaban tan bien preparados para el frío. ¿cuál fue entonces la diferencia? Algunos investigadores, entre ellos la escritora británica y profesora de Harvard Pat Shipman sugiere en su libro The Invaders : How Humans and Their Dogs Drove Neanderthals to Extinction, que los homo sapiens se asociaron a los lobos y que juntos cazaban de una manera letal. Hace mucho que existe la hipótesis de que lobos y hombres son especies complementarias, pero nunca nadie lo expuso como un factor de ventaja sobre las demás especies. Finalmente la explicación afirma que los homo neanderthalensis al ser más robustos, necesitaban más alimento, el cual no lo podían obtener por la fuerte competencia que ofrecía el homo sapiens junto a sus “perros”.

La hipótesis aún hoy es muy resistida. Produjo más preguntas que respuestas. ¿qué somos los seres humanos? ¿eran humanos los neanderthalensis? ¿somos una especie más dentro de la naturaleza o somos una especie especial, elegida o creada para ser diferente? ¿éramos especies diferentes o estábamos separándonos en un proceso de especiación? Lo cierto es que la capacidad intelectual era muy similar, igual que el nivel tecnológico y nos interesaba lo útil, y lo hermoso. Ambas especies tenían capacidad de crear y apreciar la belleza. ¿qué ocurrió entonces con los neanderthales?

Los detalles de los homo sapiens, además de nuestros perros, es que somos omnívoros, oportunistas, jerárquicos y animales extremadamente sociales. El sedentarismo fue una de las claves del desarrollo sapiens. Además tenemos malos antecedentes: causamos la extinción de los mamuts, leones y búfalos europeos. Y al prontuario se agrega la posibilidad de que hayamos matado de hambre a los homo neanderthalensis.

jueves, 23 de julio de 2020

Neanderthales y Cromagnones


Nosotros y los otros
por Rosa MONTERO
Durante diez mil años, el hombre de Neanderthal y el de Cromagnón coincidieron sobre la Tierra. En este texto, la escritora española sugiere que la probable lucha fue el origen de una característica que aún persiste en nuestro material genético: la de aniquilar a nuestros oponentes.
Antaño se creía que los sólidos neanderthales eran antepasados nuestros, pero en las últimas décadas la paleontología ha conseguido avances formidables y hoy sabemos sin ningún género de dudas que eran nuestros primos. Esto es, somos dos especies distintas del mismo animal. Los neanderthales poblaron la Tierra durante casi el doble de tiempo que nosotros llevamos por aquí: aparecieron hace 200000 años y se extinguieron hace 30 mil. Nosotros, (es decir los Cromagnón), surgimos en África hace unos 90 mil años, pero fue hace 40 mil cuando llegamos a Europa, donde nos encontramos con nuestros primos. Durante diez milenios, por lo tanto, compartimos el mismo espacio geográfico.
Con nuestro engreimiento y nuestra tradicional prepotencia, siempre hemos argumentado que el hecho de que solo existiera una especie humana (al contrario de las demás familias de animales, en las que las especies se multiplican) era una prueba más de nuestra maravillosa especifidad, de nuestra sublime diferencia con los demás bichos del planeta. Eso supuestamente demostraba que los humanos estábamos hechos a la imagen de Dios, que éramos los únicos seres provistos del alma (impreciso ectoplasma que vaya a saber qué es) y que, en definitiva, éramos los reyes indiscutibles y absolutos de la Creación.
Pero ahora, imagínese que maravilla, sabemos que hubo un tiempo en el que varias especies de homínidos compartieron la Tierra. Qué vertiginosa fascinación debía producir esa criatura espectacular que era casi igual pero que era distinta. Es incluso probable que mantuviéramos relaciones sexuales, pero no queda nada en nosotros del material genético de los neanderthales. De manera que nuestras especies no debían ser fértiles al cruzarse, o quizás engendraran híbridos estériles (una suposición conmovedora: qué solitarios y qué desgraciados debieron ser esos pobres individuos cruzados, si existieron).
Lo que si nos queda de nuestros peludos y robustos primos es la memoria mítica. En todas las sociedades humanas existen antiquísimas leyendas sobre criaturas grandes y feroces de rasgos desmesurados y abundantes melenas. Tienen diversos nombres, pero todos comparten los rasgos físicos de los neanderthales; son los gigantes clásicos, los trolls escandinavos, los bigfoot anglosajones o abominables hombres de las nieves... El rastro del temor que nos producían se detecta en todos esos cuentos. Eran seres monstruosos y peligrosos, eran el enemigo. Pero si se mira lo sucedido, los verdaderos peligrosos debíamos ser nosotros. Porque lo más probable es que acabáramos con ellos.
No se sabe por qué se extinguieron los neanderthales: su desaparición es uno de los grandes enigmas de la ciencia. No existe ninguna prueba fósil que confirme que los Cromgnón los extermináramos, pero aún así, como dice la eminente paleontóloga Meave Leakey, resulta inevitable imaginarlo: los neanderthales que se las habían arreglado para sobrevivir durante tanto tiempo, desaparecieron justo cuando nosotros aparecimos en el vecindario. De manera que es posible que nuestra especie tenga como acto fundacional el genocidio. A diferencia de las demás especies animales, que se las arreglan para coexistir (el lobo y el zorro no son precisamente amigos, pero pueden compartir el mismo monte), nosotros no paramos hasta aniquilar a nuestro oponente. Esa crueldad innecesaria, esa ferocidad sin tregua ni paliativos nos hace ser sin duda una especie única y distinta, pero solo porque padecemos una patología mental.
¡Pero si incluso nos exterminamos a nosotros mismos por mínimas diferencias de color de piel o de costumbres o religión! Si ahora mismo estamos enloqueciendo una vez más y demonizando a esa mitad de la Humanisdad que cree en Mahoma (al igual que ellos demonizan a occidente) ¿Qué no le habremos hecho a los neanderthales, que eran de verdad algo distintos? Tal vez la historia primordial de Caín y Abel recoja en última instancia esa matanza primera, el pecado original de haber acabado con otra especie, la marca infamante e indeleble del asesino. Así nos va. Somos unos animales enfermos y dañinos.

La española Rosa Montero es periodista y autora de novelas como La hija del caníbal.
este artículo apareción en la revista dominical Viva del diario Clarín.


lunes, 20 de abril de 2020

El lugar del ser humano en el reino animal



¿Somos animales?
Todavía muchos se niegan a pensar siquiera en algo asíConsiderado como estructura biológica, el hombre comparte muchas características con los animales; por ejemplo, con el gorila y el chimpancé es más afín que con el pez o con los pájaros.













En la clasificación científica de los seres vivos, los animales o metazoos constituyen un reino que reúne un amplio grupo de organismos que son eucariotas, heterótrofos, pluricelulares, multicelulares y tisulares.
Metazoos: se le denominan dentro del reino animal aquellos organismos heterótrofos y eucariotas, integrados por varias células que se unen de manera coordinada y con interrelación química, con morfología específica y funciones determinadas, conformando tejidos que reúnen células con igual función, que luego van a formar órganos y éstos aparatos, permitiendo que se cumplimenten las funciones vitales, como la respiración, la nutrición, digestión, la circulación y las funciones de relación.
Los seres humanos somos animales o metazoos, y reunimos todos los niveles de organización. El individuo humano es un organismo, ya que está constituido por sistemas de órganos. Por esa razón somos multicelulares, ya que poseemos muchas células de diferente tipo, todas especializadas para desempeñar funciones específicas. En animales superiores como nosotros, las propiedades emergentes son abundantes. Somos sistemas abiertos muy complejos. Pero para entender todas las características que reunimos como especie tenemos que ir a la clasificacion biológica.

1- De acuerdo a la clasificación de los seres humanos, reunir las características de nuestra especie.